lunes, 1 de marzo de 2010

Hedonismo para mí

La circulación me llena de adrenalina,
la ansiedad busca romper mi noble espíritu,
tantas ganas de vivir, y de vivir,
tengo dentro,
no es otra cosa que el deseo expreso de la turbia conciencia.
Llamas de tensión fuerte, que claman bravo,
no puedo ignorar tal invitación,
deseos y deseos, impuros y paganos,
luces y luciérnagas tiernas de excitación.
Alegrarnos de disfrutar no puede ser tan malo,
y es que el hedonismo esta tan penado,
quien diga que no disfruta lo que come,
que arda en la infelicidad,
mentiras religiosas,
yo me vendo a mis deseos.
No enunciare textualmente lo que quiero,
imagínense lectores, que será
mujeres, vino, o juego,
bien las tres sería dicha disfrutar,
mejor si en exceso disfrutamos los intentos.
Si es necesario me lanzare en júbilos de éxtasis,
si corresponde me venderé al mejor postor,
si me nace comeré manjares y fumare hierbas,
y es que tengo tantos deseos de vivir en pecado,
ya es tiempo de aprovechar la juventud.
Restriéguenme en la cara que se divierten,
enróstrenme el fracaso de no tener satisfacción y placer,
cuéntenme como sus perversiones les alegran la vida,
mientras yo muero en la libido de la envidia.
Llénenme de historias que me provoquen celos,
mientras más me increpen, mas querré vivir,
mientras más me humillen mejor disfrutare mi droga,
así conciente y lleno de maldad;
esperare paciente e impetuoso como de costumbre,
que la culpa, la miseria y la tristeza consuma sus tristes cuerpos,
sus tristes espíritus.
Esta no es más que una taciturna carrera,
donde la gracia no es evitar el llanto,
sino por otro lado
evitar mostrar debilidad.

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