viernes, 11 de noviembre de 2011

Sentimiento efímero

Ocurrió hace poco dentro de mi vida,
y ahora de mi alma no ha podido salir.
Se ha adherido como un bebe a su madre,
como una lagrima pura que no desea caer.

Con la misma dulzura de tal situación,
me encontré a mi mismo enredado en tus brazos,
enredado en tu pelo completamente,
en besos profundos de agonía espesa,
en un dulce amargor proveniente directamente
del corazón entristecido por una sensación,
sensación cercana al fracaso intenso,
de un lapidarío jamás.

Y aunque en aquel momento
nuestras bocas fueran siamesas.
Estabas a galaxias de mis caricias tiernas,
alejada de mis ganas potentes de tenerte,
escondida en una cortina de metal.
Extraída de la dimensión latente de mis sentimientos,
escondida en los más profundos y azules mares.
Allí yacían tus deseos bellos,
allí se ocultaban tus anhelos tibios..

Y yo que en mi limitada moralidad cristiana,
solo fui capaz de tomarte por un día,
no pude pensar en arrebatarte de los brazos de otro,
y puede que nunca lo desee así.
Solo puedo quedarme en mis fracasos soñando vivo,
solo sentarme a esperar la luz,
no sentir que te quiero tanto,
no sentir que te quiero a morir
sino sentirme bien como si fuese justo,
que quieras a otro,
pudiendo quererme a mi.

Ascensión

Escendiendo la absoluta autonomasia del espiritu
se que he vivido lo suficiente como para saber lo que quiero,
se que he sufrido lo suficiente para saber que no deseo más,
se que he gozado los suficiente para necesitar demasiado.

Y desde la cúpula del trueno grito vida,
desde el cielo eterno deseo lo imposible,
y desde el más abierto deseo de voluntad,
siento que soy superior, que soy un dios,
que sólo necesito de mí mismo,
y que la vida misma será mi diosa,
la líbido mi amante,
y el placer y el éxtasis mis más fervientes hijos.

Podría decir que he terminado mi camino,
pero no tendría sentido precipitar el final.

Jamás se escuchará mi arrepentimiento,
mi desgracia, mi desvalía,
la encerraré en un cofre y la ocultare,
de ojos mortales, de aquellos que puedan juzgar.
Desde ahora mismo no tengo alma,
he ascendido a lo más profundo de la existencia misma,
me he enclaustrado del mundo humano,
y desde ahora no siento nada,
no siento nada más que placer.
No siento nada más que obsesión.
No siento nada más que egolatria.
No siento nada más que perfección.
Todo propiciado por la soledad.

Humo negro

Sabiendose derrotado el hombre nace luchando,
sabiendose superado la mujer tapa su rostro,
viendose muerto deciden resucitar.
Mintiendole al destino se preparan a disparar.
Esperando la desdicha cargan sus arcabuces.

Y verlos danzar y verlos gritar me hace sentir vivo,
y escuchar sus sonoros cantos, clamores de angeles libertarios.
Escarmentar el miedo, expulsar el pudor, eliminar la duda,
hacer sentir el temor al enemigo.

Pintarse la cara con sangre, llenar los puños de ceniza.
Empapandose de agua y sal, imprecionando la vida.
Llenandose de gloria, corriendo hacia el fuego,
pidiendo a gritos las balas del poder.

Llorando sueños imploran la victoria,
y suspirando alma rezan al vencer.
que el capital no crucificará a nadie
que todos sepan la verdad,
aunque sólo quede mi puño cortado, este peleará.

El fuego purificará los ojos de los que miran,
y los destellos se materializan en el aire,
fulguran en los corazones, se desprenden de los cabellos.
Estoy esperando el momento el santo momento.
Donde se abra una brecha entre el fuego del enemigo,
donde se detenga los embates de la caballería de hierro.
Donde el ojo vigilante me pierda de vista.
Para tapar mi rostro, correr y unirme a la libertad.