Una discusión sincera

Me sentía como siempre me siento,
en un día de aquellos, donde la risa sobra
y a veces el alcohol también,
una de aquellas reuniones que tanto nos alborota
nos complace, nos miente y nos aplaca los deseos de no trabajar.
Reuniones de amigos, que tan bien le hace a un esclavo de estos días
a un dominado cualquiera, le alegra el corazón.
Todo va como de costumbre, las sorpresas son escasas
¿algún muerto?, ¿algún padre?
nada, entre una semana y otra a veces pasa muy poco.
No es nada regular que pase, que un cercano se me acerque
me mire con ojos de lastima, me tome la mano,
abra su corazón y me deseé lo mejor, entona la voz y me canta:

Hermano, amigo, me da tanto pavor,

escuchar tu habla, escuchar tu voz
¿a que le temes? ¿a ser feliz?

mucho veneno hay en tu alma
nada te falta, vives bien;

¿porque tanto afán con el sufrimiento?
no te atormentes, no te hundas en lo negro.
¿Que es lo que te ocurre?, ¿porque eres tan tenebroso?
deja de sufrir por alguien que no existe,

deja de clamar a tu egolatría
no te mires al espejo buscando respuesta,

no te rindas culto, no es lo mejor
mira al cielo que se abre, mira que la luz viene,

¿como es que no te fijas?.
No quiero respuestas, solo comprensión, piensa en mi consejo y amor
no te resistas a la clemencia, de alguien que te comprende y ama
por favor mírame la cara,

mira mis ojos que te quieren de vuelta
quiero saber que eres feliz, aunque sea por vez primera,
salta, vive, ama, canta, vuela, se todo lo que quieras
mira el sol con ojos de sueño,

el horizonte jamás será divisado si eres ambicioso.
Deja que tu corazón vuelva a latir,

que las alas divinas te saquen del infierno al que te acercas
no seas incrédulo, mírame y ten fe,

que lo que tu sueñas no esta tan lejos.
Es tiempo de vivir de nuevo,

abre las manos y vuela hacia tu porvenir.

Le mire sinceramente con todo el amor que le tengo,
esbocé una sonrisa, honesta y humilde,
junte todas mis fuerzas de responderle a tal invitación
y le dije cállate, con los mejores deseos de mi corazón.