Puedo ser un dios, y quiero ser un dios,
un omnipotente ser capaz de matar hombres,
y un abominable opresor dueño de todos.
Quisiera ser un rey, un emperador fecundo,
un monarca regidor de todo,
un gobernador absoluto del mundo real.
También quisiera ser un obispo,
un señor espiritual dueño de la doctrina,
la verdad concreta, el dogma estridente,
de un dios esteril, y de mi mismo.
Deseo todo, tenerlo todo,
ser dueño del mundo y de los hombres,
ser dueño de la obsesión y del deseo,
sensaciones inmensas de drogas inexistentes
sexualidad viva de mujeres prohibidas.
Quiero serlo todo, quiero ser un dios,
lo merezco lo merezco,
porque me merezco todo,
si te preguntan que es el ego,
diles que el ego soy yo.
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