sábado, 13 de febrero de 2010

Esperanza

Esperanza

Seres cansados en mundos pesados,
relaciones asfixiantes para el que no da más,
el sueño de la luz nos tiñe los ojos,
por el solo hecho de desear lo mejor.
Muchos están lejos de lo que más anhelan,
otros lo tienen cerca, al lado, en su proximidad,
pero aunque la materialización de los sueños, fulgure como magma,
puede que no se escuche claro su mensaje.
Hasta el más desconsolado de los hombres, sueña,
hasta el más perdido de nosotros desea lo mejor
¿Que hacer entonces con tantos sueños vanos de cumplirse?
y es que la historia nos enrostra el sin numero de hombres
que murieron tristes.
¿Como hacer para librarse de la peor de las condenas?
¿Es que no habrá redención posible, para los torturados?
He escuchado voces señalando un pequeño milagro,
una tenue luz que cruza dentro de una cerradura al cuarto oscuro,
algo que nos hace mentirnos y llenarnos de placebos,
soluciones falsas a un problema mayor.
¿Es esa luz lo que mantiene vivo a los hombres?
¿Es acaso la maldición de Pandora lo que nos condena?
Como creerle a algo tan quimérico necesariamente para ser feliz,
ya estamos abriendo los ojos, viendo lo terrible.
O esperanza yo te alabo por tu entrega:
como haces de hombres perdidos, grandes soñadores
como endulzas la vida de los fracasados
y como les das motivos a los frustrados,
esperanza de tantos hombres, de tantas mujeres, de tantos perros
esperanza que habita en cada uno de los vivos,
esperanza que eres un arrullo dentro de nuestras turbias noches,
esperanza que eres un eufemismo al llamado destino cruel,
esperanza, esperanza, eres un té dulce que nos mata el estomago,
con tus hilos suaves diriges nuestras vidas, pero aunque seas cruel,
cínica, y mentirosa, yo te alabó,
ya que eres el único sentimiento capaz de mantener vivo a un hombre
que sabe perfectamente bien, que no vale la pena el esfuerzo.


Dedicado a la esperanza, el único tripulante que sube a un barco
sabiendo que este va a hundirse.


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