Buen panorama de un rojo oleaje,
me llama, me atrae y me grita,
con el paisaje se mezcla y se funde en el aire,
mis deseos son expresos, no puedo esconderlos,
y es que me dan ganas de quemarlo y mandarlos al cielo,
cuales victimas de Nerón, así son mis sueños.
Consagrarlos a un cielo inexistente, a un espíritu profano,
pagano y hereje para los demás
.
Rulos con aroma a cobre, rulos de fulgor,
y es que me matan y me pican los ojos, al solo verlos,
y es que tan perfectos han sido moldeados,
me hacen dudar de mi ateismo, como si fueran una señal,
un estigma, que segundo tras otro han golpeado a mi razón,
y tratan de matar el escepticismo, pero casi.
Rulos de sangre, dejadme embarrarme de su fragancia,
permítanme marcarme la cara con sus tonos,
devuélvanle el color a mi corazón,
destruyan mis penas, destruyan mis fracasos.
No se asusten por mi tenue imagen,
píntenme y decórenme a su gusto,
devuélvanme la vida, que se me robo;
es de tal magnitud aquel hurto,
y el golpe ha sido tan fuerte,
que aun no puedo levantarme,
más nadie ha accedido a ayudarme,
denme esa sangre que me falta,
es necesario solo dos cabellos,
que en su frondosidad no es perdida,
en cierta forma no seria un sacrificio.
Dulce medusa de corales,
les regalo mi alma contestataria,
triste es tener que esperar un día como este, un día de verano,
para saber que mi alma solo vale unos cuantos rulos,
rulos color amor, rulos de color esplendor,
rulos de color alegría, de sazón estrepitosa,
que me hacen perder la cordura,
que me hacen perder mi oscura postura.
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